Empresas en Latinoamérica: Obstáculos y Oportunidades en la Adopción de Normas de Sostenibilidad

La sostenibilidad se convierte en un tema cada vez más relevante a nivel global, pero las empresas en América Latina enfrentan retos significativos para cumplir con las normas internacionales en esta área. Un reciente estudio de RSM, consultora líde

Economía13/11/2024Santiago JacquatSantiago Jacquat

La sostenibilidad se convierte en un tema cada vez más relevante a nivel global, pero las empresas en América Latina enfrentan retos significativos para cumplir con las normas internacionales en esta área. Un reciente estudio de RSM, consultora líder en servicios empresariales, muestra que el 57% de las empresas en la región aún no están listas para adoptar los estándares globales de sostenibilidad, como las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) S1 y S2.Empresas en Latinoamérica: Obstáculos y Oportunidades en la Adopción de Normas de Sostenibilidad

Falta de Estrategias de Sostenibilidad

Según el informe ESG Latin America Landscape 2024, solo el 46% de las empresas latinoamericanas ha desarrollado una política o estrategia formal de sostenibilidad, y únicamente la mitad cuenta con un encargado de sostenibilidad. Esta cifra revela una falta de compromiso estratégico, pues el 22% de las compañías aún no han dado a la sostenibilidad un rol relevante dentro de sus planes y operaciones, quedando fuera de las conversaciones en las juntas directivas.

Desafíos Regionales y Variaciones por País

La madurez en temas de sostenibilidad varía ampliamente entre países de la región. En Brasil, existe un enfoque más avanzado en medir el impacto social y ambiental, mientras que en México, solo el 32% de las empresas cuenta con una política de sostenibilidad establecida. En contraste, Chile destaca con un 66% de empresas que ya tienen una estrategia formal, situándose como uno de los países más maduros en la región.

En América Central, aunque el 51% de las empresas cuenta con un responsable de sostenibilidad, solo el 45% ha formulado una estrategia formal. Esto representa una oportunidad para mejorar en la creación de políticas y prácticas sólidas en la región.

Obstáculos Claves: Falta de Indicadores y Recursos

El estudio de RSM señala que el 30% de las empresas latinoamericanas enfrentan dificultades para generar indicadores clave de rendimiento (KPIs) que permitan un seguimiento eficaz de su sostenibilidad. La medición del impacto ambiental y social también es un reto importante para el 25% de las empresas. La falta de experiencia y recursos especializados es otro obstáculo, mencionado por el 22% de las compañías encuestadas.

Paola Piña, líder del ESG Hub de RSM en América Latina, destacó que la sostenibilidad debe verse no solo como una obligación regulatoria, sino como un motor de rentabilidad y una oportunidad para acceder a financiamiento más favorable, resaltando que es clave integrar la sostenibilidad en la estrategia financiera.

Desafíos Regulatorios y Expectativas Futuras

La región enfrenta desafíos en cuanto a regulaciones ambientales y sociales, que no siempre son tan estrictas como en otras áreas como Europa o Norteamérica. Esto lleva a que algunas empresas prioricen otras áreas sobre la sostenibilidad. En Colombia, por ejemplo, un 51% de las empresas publica información sobre sus prácticas ESG, la tasa más alta de la región. Sin embargo, un 31% encuentra complicado adaptarse a los estándares múltiples de sostenibilidad debido a la fragmentación de las normativas en el país.

En México, solo el 25% de las empresas informan públicamente sobre sus prácticas ESG, aunque se espera que esta cifra aumente con la reciente aprobación de nuevas regulaciones y el cambio en la administración presidencial, con un enfoque más científico y social que podría fomentar políticas medioambientales.

Conclusión: Un Llamado a la Acción

A medida que los desafíos ambientales y sociales crecen, las empresas en América Latina tienen una oportunidad clara para avanzar en sostenibilidad y fortalecer su posición en el mercado. RSM insta a las compañías a adoptar un enfoque proactivo que vaya más allá de cumplir con los mínimos regulatorios, convirtiendo la sostenibilidad en una ventaja competitiva a largo plazo.

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