En un nuevo paso hacia el equilibrio fiscal y la reducción de subsidios, el Gobierno de Argentina anunció un aumento en las tarifas de los servicios públicos para noviembre. La electricidad subirá un 2,5%, el gas un 2,7%, y el agua un 4%. Estas medidas están alineadas con la política de ajuste de precios para acercar los costos de los servicios al costo real de producción, disminuyendo así el gasto estatal en subsidios.
Objetivo del Ajuste Tarifario
El aumento en las tarifas responde al objetivo de reducir subsidios y acercar los precios de los servicios a sus valores reales, buscando al mismo tiempo desacelerar la inflación. Aunque los usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) han experimentado un alza del 370% en sus gastos de servicios desde diciembre, aún cubren solo el 53% de los costos reales. El 47% restante sigue siendo subsidiado por el Estado, que prevé reducir gradualmente su aporte para alcanzar una mayor sostenibilidad fiscal.
Impacto en los Hogares del AMBA
Un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) señala que una familia tipo en el AMBA ha experimentado un incremento del 370% en el costo de servicios como electricidad, gas, agua y transporte desde finales del año pasado. En diciembre, esta familia destinaba unos $28,651 mensuales a estos servicios, cifra que para octubre alcanzó los $134,414, siendo el gas natural el servicio con mayor aumento acumulado, llegando a un 715% debido a ajustes tarifarios y variaciones estacionales.
Plan de Contingencia para el Suministro Eléctrico
El Gobierno también implementó un Plan de Contingencia 2024-2026, orientado a evitar problemas críticos en el suministro eléctrico durante los meses de mayor demanda. Este plan incluye la incorporación de nuevos transformadores y mejoras en las estaciones de distribución, en coordinación con organismos del sector y empresas de energía. La meta es minimizar riesgos y asegurar un servicio confiable en el corto y mediano plazo.
Efectos en el Poder Adquisitivo y la Inflación
El ajuste en las tarifas impacta en el poder adquisitivo, particularmente en los hogares sin subsidios, quienes ven crecer los gastos en servicios básicos. Según el informe del IIEP, el costo de estos servicios equivale al 12,2% del salario promedio en octubre, con el transporte representando hasta el 42% de otros servicios básicos. Aunque la inflación mostró una caída en septiembre, alcanzando el 3,5%, los desafíos inflacionarios continúan siendo una preocupación en los hogares.
Incrementos Variados por Servicio
El impacto de los aumentos tarifarios ha sido desigual: el gas natural ha experimentado el mayor incremento (715%), seguido por el transporte (601%), mientras que la electricidad subió un 162% y el agua un 289%. Factores como la estacionalidad en gas y electricidad permiten cierto alivio en meses de menor consumo, algo que podría beneficiar a los consumidores en primavera y verano.
Perspectivas para 2024
En los próximos meses, se espera que las tarifas de luz, gas y agua sigan ajustándose de forma gradual, con posible mayor intensidad durante 2024. El Gobierno seguirá evaluando la evolución de estos aumentos y su impacto en el costo de vida de los hogares, especialmente en el AMBA, donde los servicios representan un peso considerable en los ingresos familiares. A largo plazo, la meta es reducir la dependencia de los subsidios y avanzar hacia una cobertura tarifaria que refleje mejor los costos reales, equilibrando así el poder adquisitivo de los hogares y la sostenibilidad económica del sector energético.
