Una crisis silenciosa en China: cada vez menos matrimonios

La tasa de matrimonios en China cae a su mínimo histórico en 2024. Descubre las razones detrás de este fenómeno y su impacto global.

Asia27/02/2025Santiago JacquatSantiago Jacquat

Disminución de matrimonios en China en 2024, reflejando cambios sociales y económicos

El matrimonio en China está en declive y las cifras lo confirman. En 2024, el número de matrimonios registrados alcanzó su punto más bajo desde 1980, una situación que ha generado preocupación tanto en el gobierno como en la sociedad. Esta tendencia desafía valores tradicionales y pone en jaque las estrategias demográficas del gigante asiático.

Un fenómeno en el "Año del Dragón"

La caída de los matrimonios es especialmente significativa porque se produjo en el "Año del Dragón", un periodo del horóscopo chino asociado a la buena fortuna. Tradicionalmente, muchas parejas eligen casarse o tener hijos en este período por su simbolismo auspicioso. Sin embargo, las nuevas generaciones parecen estar dando la espalda a estas creencias.

La presión social y la familia extendida

Casarse en China no solo implica una unión entre dos personas, sino también la incorporación a la familia del cónyuge. En muchos casos, las mujeres asumen el cuidado de sus suegros, lo que puede ser una carga adicional a sus responsabilidades laborales y personales.

Guo Shengnan, periodista de 27 años, es un reflejo de esta nueva mentalidad: "El costo de tener un hijo es muy alto. Siento que la vida después del matrimonio no es tan buena como cuando soy soltera". Además, destaca que su carrera le impide conocer a nuevas personas y que "no hay muchos hombres de alta calidad" en su entorno.

Un cambio generacional

La juventud china se aleja cada vez más de las tradiciones y prefiere priorizar su bienestar personal. Zhao, un funcionario de 37 años, admite que ve a sus amigos casados "al borde del colapso" y que la convivencia con otra persona le resultaría agobiante. "El matrimonio no es la cristalización del amor, puede ser la tumba de la vida", concluye.

Factores económicos: la dote y el costo de vida

El matrimonio también se ha convertido en un tema económico. En muchas regiones de China, la tradición de la dote sigue vigente, lo que significa que los hombres deben entregar una suma considerable de dinero a la familia de la novia. Para muchos, esto representa una barrera inalcanzable.

Un mercado de desequilibrio de género

La política del hijo único, vigente durante décadas, ha generado un desequilibrio demográfico: hay muchos más hombres que mujeres. En este contexto, algunos hombres consideran que casarse implica demasiados sacrificios económicos y personales. "No tengo coche, solo una casa en el campo y un salario mensual de 5.000 yuanes (688 dólares). Tengo miedo de que la hija de otra persona se muera de hambre", comenta un usuario en redes sociales.

Un fenómeno con implicaciones globales

El declive del matrimonio en China es un problema demográfico serio. La población del país ha disminuido por tercer año consecutivo, lo que ha llevado a China a perder su título de país más poblado del mundo en favor de India. El gobierno ha intentado fomentar la natalidad con incentivos, pero hasta ahora, las políticas han sido insuficientes.

¿Cómo afecta esta tendencia a Chile?

Aunque China y Chile tienen contextos culturales y demográficos diferentes, algunos paralelos pueden trazarse. En Chile, las tasas de matrimonio también han disminuido en las últimas décadas, y los jóvenes cada vez postergan más la edad de casamiento. Entre las razones están la estabilidad económica, el deseo de independencia y la redefinición del concepto de familia.

Además, el fenómeno en China podría impactar indirectamente a Chile en términos económicos. Una crisis demográfica en la segunda economía mundial podría afectar el comercio exterior y la demanda de bienes primarios, como el cobre, un recurso clave en las exportaciones chilenas.

El matrimonio en China está en crisis, y sus causas son complejas: cambios culturales, presiones económicas y una juventud que busca nuevas formas de vivir. Mientras tanto, el gobierno enfrenta el reto de revertir una tendencia que podría afectar la estructura social y económica del país.

En Chile, aunque el contexto es diferente, la evolución de los modelos familiares también está en marcha, con una generación que valora la independencia sobre las tradiciones establecidas. Sin duda, este es un fenómeno global que seguirá dando de qué hablar en los próximos años.

 

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