El presidente argentino Javier Milei presentó su proyecto de Ley de Presupuesto para 2025, con la promesa de un equilibrio fiscal, un ajuste en las provincias, y expectativas optimistas sobre la inflación y el crecimiento económico.
Un presupuesto sin déficit
En un hecho sin precedentes, el propio Milei presentó ante el Congreso el Presupuesto 2025, usualmente una tarea del ministro de Economía. Este gesto busca reafirmar su compromiso de gobernar sin déficit, tras haber gestionado en 2024 sin un presupuesto formal. Entre las promesas centrales, Milei destacó tres objetivos clave: equilibrio fiscal, absorción de recesiones por parte del Estado y devolución del excedente de recaudación a la sociedad mediante la baja de impuestos.
Una de las medidas más controversiales es el ajuste de 60.000 millones de dólares que deberán realizar las provincias. El presidente fue claro al afirmar que «ya hemos cumplido nuestra parte, ahora falta que ustedes lo hagan», en referencia a los gobernadores.
«Cepo al Estado»: reglas estrictas para el gasto público
El núcleo del Presupuesto 2025 radica en una «regla fiscal inquebrantable» que obliga al Estado a mantener un superávit primario equivalente o superior al pago de intereses de la deuda. Esto significa que, para 2025, el gobierno deberá alcanzar un superávit del 1,5% del PBI.
Para lograrlo, las jubilaciones se ajustarán según la inflación, pero otros gastos podrían ser recortados si el escenario económico cambia. Además, si la recaudación supera las expectativas, el excedente se destinará a reducir impuestos en lugar de ser gastado, evitando así los desbalances que históricamente han causado crisis económicas en Argentina.
Optimismo inflacionario: ¿un desafío alcanzable?
El proyecto también contempla una fuerte desaceleración de la inflación, estimando que se ubicará en el 18,3% para 2025. Esto contrasta notablemente con la proyección del 38,4% del Banco Central y la estimación del FMI, que espera un 45%. Para el presente año, el gobierno prevé cerrar con una inflación del 104,4%, lo que plantea un gran reto considerando que, hasta agosto, ya se ha acumulado un 94,8%.
Para los años posteriores, se espera que la inflación siga descendiendo: 11,6% en 2026 y 7,4% en 2027, según las proyecciones oficiales.
Crecimiento del PBI y el tipo de cambio
A pesar de la contracción económica del 3,8% esperada para 2024, el gobierno prevé una recuperación con un crecimiento del 5% en 2025, sostenido principalmente por la industria y el comercio, que aumentarían un 6,2% y 6,7% respectivamente. Además, se proyecta una recuperación del sector agropecuario y una mejora en la inversión y el consumo privado.
En cuanto al dólar, el tipo de cambio oficial cerraría 2025 en $1207, lo que implicaría una desaceleración en la devaluación mensual a partir de 2024.
Ajustes en las provincias y sectores ganadores
El ajuste de 60.000 millones de dólares a nivel provincial será uno de los puntos más polémicos del presupuesto. Según Milei, el gobierno nacional ya ha reducido su gasto y ahora es el turno de las provincias para seguir el mismo camino.
En términos de asignación de recursos, áreas como la Inteligencia y Defensa recibirán incrementos significativos, mientras que otros sectores, como Seguridad Social y Educación, verán aumentos que no compensarán completamente la inflación. Sin embargo, áreas como Ciencia, Tecnología e Innovación, y Relaciones Exteriores recibirán incrementos reales que permitirán un mayor desarrollo en esos sectores.
Conclusión
El Presupuesto 2025 presentado por Javier Milei propone un enfoque centrado en el equilibrio fiscal, la baja de impuestos y un optimismo que contrasta con las proyecciones de otros organismos. Aunque el ajuste en las provincias y las expectativas inflacionarias generarán debate, el gobierno confía en que sus medidas lograrán estabilizar la economía y devolverle a los argentinos la confianza en las finanzas públicas.