En los últimos años, el juego en línea ha tomado un papel protagónico en Chile, alineándose con las tendencias mundiales en el uso de internet. Con una conectividad que alcanza casi el 67% de la población global y un promedio de 6 horas y 40 minutos diarias de uso de internet, no es sorpresa que diversas actividades, como los juegos, se hayan trasladado al entorno digital.
La evolución del juego online
A nivel global, el juego en línea ha mostrado un crecimiento impresionante, y se espera que para 2027 este sector aumente más del 50% en comparación con el año anterior. En Chile, esta tendencia no ha sido la excepción, especialmente desde 2023, cuando se implementó la regulación del juego online. Factores como el perfil del jugador, la legislación vigente y la amplia oferta de opciones de entretenimiento han contribuido a su auge.
Un vistazo al tamaño de la industria en Chile
El juego online ha captado la atención de gran parte de la población chilena, particularmente en el ámbito de los casinos en línea. Se estima que estos generan alrededor de 400 millones de dólares al año, lo que implica una recaudación de más de 80 millones en impuestos para el Estado. Además, hasta 2022, operaban alrededor de 900 casinos online con usuarios chilenos, y el crecimiento más significativo de este sector ha ocurrido desde 2015.
Ante la enorme oferta de casinos, que ofrecen recomendaciones personalizadas para guiar a los jugadores. Estas guías consideran factores como los bonos, la disponibilidad de tragamonedas, la aceptación de pesos chilenos y la calidad de los nuevos casinos.
Entre los juegos más populares en los casinos en línea destacan el blackjack 21, el póker, la ruleta y, sobre todo, las tragamonedas, que representaron casi el 90% de los ingresos en 2022. Al menos el 76% de los chilenos ha participado en juegos online, siendo los más jóvenes (de 18 a 30 años) los principales jugadores.
Más allá de los casinos: videojuegos y eSports
El juego en línea en Chile no solo se limita a los casinos. Los videojuegos y los eSports también han crecido de manera notable. Según datos de la Universidad de Chile, los videojuegos superan en popularidad a actividades como la lectura o el deporte, y actualmente hay más de 7 millones de jugadores en el país, lo que equivale a cerca del 45% de la población. Estos jugadores emplean consolas, computadoras y teléfonos móviles como sus plataformas principales.
En cuanto a los eSports, Chile ha demostrado ser una potencia en la región. Con cerca de 300 profesionales en esta modalidad y ocupando el cuarto puesto en Sudamérica en términos de premios, esta industria genera alrededor de 400 millones de dólares anuales. En 2018, se fundó la Federación de eSports de Chile, consolidando el crecimiento de este sector.
Regulación del juego online: una industria en control
Hasta hace poco, el juego en línea en Chile no contaba con una regulación clara. Solo la Ley No. 19.995 de 2005 cubría el funcionamiento de los casinos físicos. Sin embargo, en 2022, se comenzó a gestar un marco legal específico para el juego online, con el objetivo de evitar plataformas fraudulentas y brindar un entorno seguro para los jugadores.
El proyecto de ley fue aprobado a finales de 2023, y entre sus principales disposiciones están la protección de los menores de edad, la exigencia de licencias, el pago de impuestos y el control de los medios de pago. Estas medidas buscan fortalecer la confianza de los usuarios y garantizar un ambiente de juego seguro.
Impacto económico: el juego online como motor de crecimiento
El impacto económico del juego online en Chile ha sido significativo. Además de la generación de más de 1500 empleos solo en 2022, la industria ha contribuido con más de 50 millones de dólares anuales en impuestos. El crecimiento de esta actividad también ha beneficiado a otras industrias y ha democratizado el acceso al entretenimiento virtual.
En resumen, el juego online en Chile sigue creciendo de manera acelerada, impulsado por un entorno regulado, una oferta diversa y la preferencia de una población cada vez más conectada. Esta tendencia parece destinada a continuar su expansión en los próximos años, consolidando su lugar en la economía y la cultura del país.