El noroeste de Argentina, con sus impresionantes paisajes y su riqueza cultural, alberga algunos de los pueblos más sorprendentes del país. En esta región, apartada y mágica, el tiempo parece detenerse, y el ritmo de vida es diferente al resto del país. Te presentamos tres pueblos que, aunque poco conocidos, son destinos imprescindibles si deseas experimentar lo mejor de esta parte del mundo.
Iruya: El pueblo suspendido entre las nubes
Ubicado en las alturas de la provincia de Salta, Iruya es un encantador pueblo de montaña que parece flotar entre las nubes. Sus calles empedradas y sus casas de adobe y piedra te transportan a otra época. Uno de sus mayores atractivos es la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, un edificio del siglo XVIII que refleja la historia de la región.
Además, Iruya es un excelente punto de partida para realizar caminatas, como la ruta hacia San Isidro, un pueblo aún más remoto y con paisajes igualmente impresionantes. El mercado local también es una parada obligada, donde se pueden encontrar artesanías y productos típicos de la región.
Barrancas: El tesoro de la puna jujeña
En el departamento de Cochinoca, Jujuy, se encuentra Barrancas, un pueblo que está captando la atención internacional. Este rincón de la puna ha sido nominado para competir por el título del pueblo más bello del mundo, y no es para menos. Las formaciones geológicas y el arte rupestre de origen incaico hacen de Barrancas un lugar único.
El recientemente inaugurado Centro de Interpretación Arqueológica permite a los visitantes adentrarse en la historia de la región, mientras que la oferta gastronómica y artesanal de Barrancas completa una experiencia cultural inigualable.
Las Juntas: La Suiza argentina
En la provincia de Catamarca, a solo 12 kilómetros de la Ruta Provincial 4 y a unos 75 kilómetros de la capital, se encuentra La Silleta, un pequeño paraíso natural. Este tesoro escondido, conocido como «La Suiza argentina», se ubica a más de 2.300 metros sobre el nivel del mar y es accesible a pie, a caballo, en bicicleta, moto o vehículos todoterreno.
Rodeado por bosques de yungas y especies nativas como pinos, nogales y margaritas silvestres, este lugar es un favorito entre los amantes del trekking y la escalada. Antiguamente utilizado solo para el pastoreo de ganado, hoy en día es un destino que deslumbra a quienes buscan aventura y tranquilidad en medio de la naturaleza.
Conclusión
Estos tres pueblos del noroeste argentino ofrecen una experiencia única para quienes buscan desconectarse del bullicio de la vida moderna y conectarse con la naturaleza y la historia. Desde Iruya, flotando entre las montañas, hasta Barrancas y sus antiguas formaciones, o La Silleta, con sus paisajes alpinos, estos destinos prometen sorprenderte en cada rincón.