El ambicioso proyecto para la construcción de un nuevo terminal en el puerto de Valparaíso enfrenta una nueva serie de retos. Tras casi una década de trámites y ajustes, la iniciativa ha recibido 82 observaciones relacionadas con su impacto ambiental. Estas observaciones provienen de organismos públicos encargados de evaluar el proyecto, con el objetivo de garantizar que cumpla con los requisitos necesarios para su sostenibilidad y cuidado del entorno.
Observaciones sobre Contaminación y Emergencias
Una de las principales preocupaciones de las entidades evaluadoras es la emisión de material particulado durante las fases de construcción, operación y cierre del terminal. Este tipo de contaminación, especialmente en su forma más fina, es dañina para la salud humana y puede tener consecuencias a largo plazo. Además, se exigió que la empresa a cargo del proyecto, la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), presente planes de emergencia que consideren las marejadas, cada vez más frecuentes debido al cambio climático, y otros eventos extremos.
Revisión de Líneas de Base
Otras observaciones destacaron la necesidad de actualizar las líneas de base que miden la calidad del aire, las vibraciones, el ruido y la vialidad en la zona de influencia del proyecto. Esta actualización es crucial para evaluar el estado actual de estos indicadores y poder compararlos con los efectos que tendrá el nuevo terminal una vez en funcionamiento. Se busca asegurar que las medidas de mitigación se implementen correctamente y que el impacto ambiental sea monitoreado de manera eficaz.
Impacto Arqueológico y Patrimonial
El Consejo de Monumentos Nacionales también expresó su preocupación por el impacto que el proyecto podría tener en el patrimonio arqueológico de la zona. Además, se solicitó revisar el diseño del ascensor histórico que se pretende restaurar como parte del proyecto. Este elemento patrimonial es de gran valor para la ciudad de Valparaíso y su correcta integración al nuevo terminal es una prioridad para las autoridades.
Cambios Introducidos al Proyecto
El proyecto de ampliación del puerto, liderado por la EPV, había recibido un permiso ambiental en 2018. Sin embargo, dicho permiso fue parcialmente revocado tras una serie de reclamaciones judiciales. Desde entonces, se han introducido modificaciones importantes, como la reducción del largo del muelle propuesto y la inclusión de elementos adicionales, como un paseo peatonal de 830 metros, un mirador y la restauración del antiguo ascensor.
Plazos para Responder
EPV tiene hasta el 3 de diciembre para responder a estas observaciones y, de ser necesario, puede solicitar dos prórrogas para cumplir con las exigencias. Esta respuesta será clave para determinar el futuro del proyecto, que sigue siendo una obra de gran relevancia para el desarrollo económico de la región, pero que debe superar sus desafíos ambientales para seguir adelante.
Este proceso será fundamental para que la ampliación del puerto sea no solo un avance en infraestructura, sino también un proyecto sostenible y respetuoso con el medio ambiente y el patrimonio loca.