El uso de la Inteligencia Artificial (IA) está provocando un incremento significativo en el consumo energético de los centros de datos en Estados Unidos. Este fenómeno ha generado preocupación en la industria tecnológica y entre los expertos en sostenibilidad. A continuación, exploramos cómo este escenario está afectando a las principales empresas tecnológicas y qué proyecciones se esperan a futuro.
La IA y su impacto en el consumo energético
En los últimos 15 años, el consumo de electricidad en Estados Unidos se había mantenido estable. Sin embargo, la creciente demanda de los centros de datos, impulsada en gran parte por el desarrollo de la IA, ha comenzado a revertir esta tendencia. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), para 2026, estos centros representarán el 6% del consumo total de electricidad en el país, frente al 4% registrado en 2022.
El director del Grupo Rhodium, Jeffery Jones, señala que actualmente la IA consume entre un 5% y un 10% de la energía de los centros de datos. No obstante, este porcentaje está aumentando rápidamente debido a la expansión de modelos de lenguaje avanzados como ChatGPT, que requieren infraestructuras más potentes para su entrenamiento y operación. Para 2025, se estima que la IA podría representar hasta un 20% del consumo energético de los centros de datos.
El futuro del consumo energético en los centros de datos
Si bien los usos tradicionales, como el almacenamiento, el streaming y el procesamiento de pagos, siguen siendo los principales consumidores de electricidad en los centros de datos, se espera que la IA continúe aumentando su cuota. Para 2035, se proyecta que la demanda de energía se divida en partes iguales entre los sistemas tradicionales y los relacionados con IA, según Jones.
Aunque la IA está acelerando el crecimiento energético de los centros de datos, Rob Gramlich, un reconocido analista, estima que la mitad de este crecimiento estará directamente impulsado por la IA en los próximos tres a cinco años. Sin embargo, un informe de Goldman Sachs sugiere que, en el mediano plazo, los usos tradicionales seguirán siendo los mayores consumidores de energía.
Desafíos para la red eléctrica
El rápido desarrollo de centros de datos especializados en IA plantea serios desafíos para las empresas eléctricas y los reguladores locales, quienes deberán gestionar el impacto en la red eléctrica y asegurar un suministro confiable de energía. La proliferación de estos centros está presionando los sistemas de distribución de electricidad, lo que complica los esfuerzos de sostenibilidad de las empresas tecnológicas.
La respuesta de los gigantes tecnológicos
Frente a este aumento en el consumo energético, las grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Google, Amazon y Meta están buscando soluciones para mitigar su impacto ambiental. Aunque estas compañías han hecho importantes avances en el uso de energías renovables, la creciente demanda derivada de la IA está complicando sus planes de sostenibilidad.
Microsoft, por ejemplo, ha anunciado una inversión de 10.000 millones de dólares en proyectos de energía renovable para alimentar sus centros de datos. Por su parte, Amazon informó que en el último año ha utilizado un 100% de energía limpia en sus operaciones, aunque algunos expertos han cuestionado la precisión de estas cifras.
Conclusión
La Inteligencia Artificial está transformando la industria tecnológica, pero a la vez está generando importantes desafíos en términos de consumo energético y sostenibilidad. A medida que la demanda de IA siga creciendo, las empresas tecnológicas deberán encontrar formas innovadoras de equilibrar su avance tecnológico con la reducción de su huella de carbono.