En declaraciones exclusivas a CNBC, Mike Whitaker, administrador de la Administración Federal de Aviación (FAA), ha destacado «problemas significativos» en el recién lanzado Boeing MAX 9. Además, señaló la existencia de posibles problemas de fabricación que requieren una evaluación minuciosa. Hasta el momento, Boeing no ha emitido comentarios inmediatos sobre estas preocupantes revelaciones.
Auditoría Crucial para Garantizar la Seguridad
El anuncio de una auditoría integral surge después de que la FAA iniciara una investigación formal por el desprendimiento de un panel en un 737 MAX 9 de Alaska Airlines, evento que resultó en la suspensión de 171 aviones. Esta auditoría, cuyos resultados determinarán la necesidad de auditorías adicionales, busca garantizar el cumplimiento de los procedimientos de calidad aprobados.
Reevaluación de Responsabilidades y Decisiones Estratégicas
Ante los desafíos identificados, la FAA no solo revisará su decisión de delegar responsabilidades a Boeing, sino que también considerará trasladar algunas funciones a entidades independientes de terceros. Whitaker subrayó la necesidad de explorar todas las opciones para reducir el riesgo, dada la inmovilización del 737-9 y los problemas de producción identificados en años anteriores.
Sin Plazos Definidos: FAA No Establece Fechas para Aprobación
A pesar de la incertidumbre, Whitaker optó por no establecer un calendario respecto a la aprobación de instrucciones de inspección y mantenimiento. Estas aprobaciones son cruciales para permitir a las aerolíneas reintegrar los aviones MAX 9 al servicio. La FAA se encuentra en un proceso minucioso antes de autorizar cualquier medida que garantice la seguridad y calidad en la operación de estas aeronaves.