Después de un breve lapso de calma durante los primeros compases de la pandemia, el turismo masivo ha regresado con fuerza, abarrotando nuevamente las calles de las ciudades más emblemáticas del mundo en busca de experiencias, gastronomía y cultura. Sin embargo, este resurgimiento no es del agrado de todos, ya que algunos destinos emblemáticos están adoptando medidas enérgicas para frenar el exceso de visitantes.
Destinos que desalientan la llegada de turistas: ¿El fin de una era?
- Ámsterdam: La histórica ciudad holandesa, conocida por su ambiente festivo, ha lanzado una campaña publicitaria instando a los turistas a mantenerse alejados de la fiesta, además de imponer límites en los paseos por bares y prohibir fumar cannabis en el Barrio Rojo.
- Lanzarote: La isla española, tradicionalmente popular entre los británicos en busca de sol, ha expresado su interés en atraer a visitantes de «mayor calidad», lo que ha generado tensiones con empresas turísticas.
- Bali: La isla indonesia está considerando la introducción de una tasa turística para priorizar la calidad sobre la cantidad de visitantes, en un intento por preservar su belleza natural.
- Venecia: La icónica ciudad italiana, conocida por sus canales y arquitectura única, ha retrasado la implementación de una tasa turística para gestionar el flujo constante de visitantes.
Estrategias para preservar la identidad y el entorno
Estos destinos están adoptando medidas diversas para preservar su identidad y proteger su entorno de los efectos negativos del turismo masivo. Desde la limitación de visitantes hasta la imposición de tasas, cada lugar está buscando su propia solución para enfrentar este desafío.
¿Un cambio de paradigma en el turismo?
El retorno del turismo masivo plantea importantes interrogantes sobre el modelo de turismo predominante. ¿Es posible conciliar el crecimiento económico con la preservación del patrimonio cultural y natural? ¿Qué papel deben desempeñar los gobiernos, las empresas y los turistas en esta transformación?
La conversación sobre el turismo sostenible y responsable está cobrando cada vez más relevancia en un mundo donde la superpoblación de destinos turísticos emblemáticos amenaza con desdibujar su encanto único.
