Los salarios en Chile continúan al alza, impulsados por tres sectores clave

Los salarios en Chile mantienen una tendencia al alza, según el informe más reciente del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En julio de 2024, los Índices Nominales de Remuneraciones (IR) y de Costos Laborales (ICL) aumentaron un 8,1% y 8,4%, respectivamente, en comparación con el mismo mes del año anterior.

Sectores con mayor crecimiento

El comercio, la industria manufacturera y la construcción han sido los sectores que más han contribuido a este crecimiento en ambos indicadores. Estas áreas económicas están marcando la pauta en el alza de salarios y costos laborales.

Aumento en los salarios ajustados por la inflación

El Índice Real de Remuneraciones, que ajusta los salarios según la inflación medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), creció un 3,4% en los últimos doce meses. En lo que va del año, este índice ha acumulado un incremento del 1,8%.

Remuneraciones medias por hora

El informe también señala que el salario medio por hora ordinaria alcanzó los $6.565, lo que representa un aumento del 9,3% en comparación con julio de 2023. Sin embargo, se observa una diferencia entre hombres y mujeres: el salario promedio para las mujeres fue de $6.386 (un aumento del 9,8%), mientras que para los hombres fue de $6.728, con un crecimiento del 8,9%.

Costos laborales en alza

El costo laboral medio por hora total llegó a $7.522, lo que significa un incremento del 9,3% en los últimos doce meses. Al desglosarlo por género, el costo laboral fue de $7.287 para las mujeres, con un aumento del 9,6%, y de $7.738 para los hombres, que subió un 9%.

Brecha de género en los salarios

Finalmente, el informe resalta que la brecha de género persiste. La diferencia en la remuneración media por hora ordinaria fue de -5,1%, lo que significa que las mujeres ganan menos que los hombres en promedio. En cuanto al costo laboral medio por hora total, la brecha fue de -5,8%.

En resumen, los salarios en Chile siguen subiendo, impulsados por sectores clave, aunque las diferencias de género en las remuneraciones siguen siendo un desafío pendiente.