Por: Santiago Jacquat14/08/2024

¿Qué sucede cuando El Niño y La Niña no están presentes?

El Niño y La Niña son fenómenos climáticos que han marcado nuestras vidas, influyendo en el pronóstico del tiempo y en nuestras actividades diarias. Sin embargo, cuando estos no están presentes, el mundo entra en una fase de relativa estabilidad cli

El Niño y La Niña son fenómenos climáticos que han marcado nuestras vidas, influyendo en el pronóstico del tiempo y en nuestras actividades diarias. Sin embargo, cuando estos no están presentes, el mundo entra en una fase de relativa estabilidad climática conocida como fase Neutral.

El Niño y La Niña son términos que ya forman parte de nuestras conversaciones cotidianas debido a su impacto en el clima global. Estos fenómenos, que afectan la atmósfera, juegan un papel importante en cómo planificamos nuestras actividades diarias, desde qué ropa usar hasta cómo enfrentar el día.

En los últimos años, hemos visto la presencia de El Niño, que se manifestó durante unos seis meses el año pasado. Ahora, se espera la llegada de La Niña, un fenómeno que podría establecerse entre agosto y octubre de 2024, con una probabilidad del 66%, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Fase Neutral: ¿Qué ocurre cuando El Niño y La Niña no están activos?

El Niño y La Niña forman parte del ciclo conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), que tiene tres fases: El Niño, La Niña y Neutral. La fase Neutral ocurre cuando ninguno de estos fenómenos está presente y la temperatura superficial del mar no presenta variaciones significativas.

Durante la fase Neutral, el clima global tiende a ser más estable y predecible. Los patrones climáticos se mantienen dentro de los rangos normales para cada estación, y los vientos predominantes soplan de este a oeste, desplazando el agua cálida hacia el oeste del Pacífico, mientras que el agua fría se acerca a las costas de Perú y Ecuador. Aunque las temperaturas del mar pueden fluctuar ligeramente, no suelen provocar cambios climáticos significativos.

La espera por La Niña: Retrasos y expectativas

La llegada de La Niña en 2024 ha sido más lenta de lo esperado. Inicialmente, se pronosticaba su establecimiento para junio o julio, pero el proceso se ha retrasado debido a que las condiciones necesarias no se han cumplido. Según el último informe de la NOAA, la probabilidad de que La Niña se establezca entre agosto y octubre ha disminuido al 66%, aunque todavía existe una posibilidad del 74% de que ocurra entre noviembre y enero.

La razón detrás de este retraso es el enfriamiento más lento de lo anticipado de la temperatura superficial del mar. Sin embargo, los expertos creen que la tendencia sigue siendo favorable para el desarrollo de La Niña en los próximos meses, con la posibilidad de que se establezca en septiembre.

Impactos futuros de La Niña

Aunque La Niña podría establecerse pronto, los efectos sobre el clima no serán inmediatos. Los cambios en la atmósfera requieren tiempo para manifestarse, por lo que es probable que los impactos más significativos se sientan durante el verano austral, cuando el fenómeno esté más desarrollado.

En resumen, mientras esperamos la llegada de La Niña, nos encontramos en una fase Neutral de ENSO, donde el clima global se mantiene relativamente estable, pero con la expectativa de cambios significativos en los próximos meses.