Contaminación extrema por incendios forestales
Bolivia enfrenta una crisis ambiental sin precedentes debido a los incendios forestales que se han desatado desde finales de junio. Las llamas, que comenzaron en el departamento de Santa Cruz, se han expandido a otras regiones como Beni y Pando, generando una situación crítica de contaminación del aire. El humo, que al principio afectaba solo a zonas cercanas, ha terminado por cubrir gran parte del territorio nacional, alcanzando incluso las ciudades más alejadas.
Alerta Sanitaria Nacional
La gravedad de la situación ha llevado al Gobierno boliviano a declarar una Alerta Sanitaria Nacional. La ministra de Salud, Maria Renée Castro, anunció que la calidad del aire en algunas zonas ha empeorado drásticamente, pasando de «mala» a «extremadamente mala». Hasta la fecha, se han realizado más de 6.600 atenciones médicas en los lugares más afectados.
Afectación regional y evacuaciones
Los mapas satelitales del portal Windy revelan que, además de Bolivia, la contaminación se ha extendido a Brasil, Paraguay, Perú, y en menor medida, a Argentina y Ecuador. En Santa Cruz, la situación ha sido tan grave que familias en comunidades rurales han tenido que ser evacuadas y varios aeropuertos, como el de Viru Viru, cerraron temporalmente debido a la baja visibilidad.
Impacto en la educación y la salud
En seis de los nueve departamentos de Bolivia, las clases presenciales han sido suspendidas, y se han emitido recomendaciones como el uso de mascarillas y limitar las actividades al aire libre. El deterioro en la calidad del aire ha sido alarmante en algunas ciudades. En Cobija, una localidad fronteriza con Brasil, se registró un récord histórico en el Índice de Calidad del Aire (ICA) con un valor de 587, cuando cualquier cifra por encima de 300 es extremadamente peligrosa para la salud.
El humo alcanza a La Paz y otras ciudades
Incluso la ciudad de La Paz, ubicada a 3.650 metros sobre el nivel del mar, ha sentido los efectos del humo. La icónica vista del nevado Illimani ha sido difuminada por la bruma. El pasado 5 de septiembre, la capital marcó un récord de mala calidad del aire con un índice de 225 en el ICA, mientras que en Santa Cruz los niveles superan los 200 desde hace días. Otras ciudades como Tarija y Potosí, aunque distantes de los incendios, también sufren de altos niveles de contaminación, rondando los 150 en el ICA, lo que es dañino para personas vulnerables.
Declaratoria de emergencia y ayuda internacional
Frente a la magnitud del desastre, el Gobierno boliviano ha declarado una emergencia nacional, lo que ha facilitado la llegada de ayuda internacional. Brigadas de Brasil ya han arribado al país, y se espera la llegada de equipos de Venezuela, Chile y Francia para combatir los incendios. El presidente Luis Arce también ha ordenado la contratación de aviones cisterna para intentar controlar los incendios, que ya han devastado cerca de 4 millones de hectáreas, incluyendo áreas protegidas.
Riesgos para la salud por la contaminación del aire
El Índice de Calidad del Aire (ICA) es una herramienta clave para evaluar la gravedad de la contaminación. Entre los factores que se miden están las partículas en suspensión (PM2,5) y el monóxido de carbono (CO), ambos presentes en los incendios. La Organización Mundial de la Salud advierte que las partículas finas de PM2,5, al ser inhaladas, pueden alojarse profundamente en los pulmones, incrementando el riesgo de infecciones respiratorias, enfermedades cardiovasculares y cáncer de pulmón a largo plazo.
La situación en Bolivia es grave y el esfuerzo por controlar los incendios continúa, mientras las autoridades y la población esperan que la ayuda internacional y las condiciones climáticas puedan aliviar el desastre ambiental.