Por: Santiago Jacquat10/09/2024

¿Qué significa psicológicamente tener el celular en silencio?

Cada vez más personas eligen poner su celular en modo «silencio» o «no molestar» como una forma de protegerse de la saturación de notificaciones. Este pequeño acto, aparentemente práctico, puede tener un trasfondo más profundo relacionado con la man

Cada vez más personas eligen poner su celular en modo «silencio» o «no molestar» como una forma de protegerse de la saturación de notificaciones. Este pequeño acto, aparentemente práctico, puede tener un trasfondo más profundo relacionado con la manera en que interactuamos con la tecnología y cómo afecta nuestro bienestar emocional.

¿Por qué elegimos silenciar el celular?

En el mundo hiperconectado de hoy, estamos constantemente recibiendo mensajes, alertas y correos electrónicos. Este bombardeo digital puede generar una sensación de urgencia, provocando lo que los psicólogos llaman «tecnoestrés». Un estudio de la Asociación Estadounidense de Psicología revela que este flujo constante de notificaciones es una de las mayores fuentes de estrés.

Ante este panorama, silenciar el celular se convierte en una estrategia de autoprotección. Al eliminar los sonidos y vibraciones, las personas buscan recuperar el control sobre su tiempo y disminuir la ansiedad que provoca la necesidad de estar siempre disponibles.

La relación con el FOMO

A pesar del alivio que puede traer silenciar el teléfono, para algunas personas también surge un miedo conocido como FOMO, que significa «Fear of Missing Out» o el miedo a perderse algo. Según un estudio del Instituto de Salud Mental del Reino Unido, quienes eligen silenciar su celular a menudo experimentan una mezcla de tranquilidad y ansiedad. Aunque disfrutan de la calma, temen no estar disponibles para algo importante, ya sea en lo social o en lo laboral.

Este temor refleja el papel clave que tienen los dispositivos móviles en la vida moderna, ya que muchas relaciones y oportunidades dependen de ellos. Aunque temporal, la desconexión puede hacer que las personas sientan que están perdiendo control sobre sus contactos o su entorno social.

El deseo de desconexión digital

Muchas personas adoptan el modo «silencio» como una forma de marcar límites entre su vida personal y el constante ruido digital. La presión de estar siempre accesibles puede llevar a una sobrecarga emocional, afectando el bienestar mental. Silenciar el celular es, para algunos, una forma de autocuidado, de reconectar consigo mismos y reducir el impacto de la sobreestimulación tecnológica.

Este hábito también está relacionado con el concepto de «desintoxicación digital«, donde se busca reconectar con el entorno sin la constante mediación de un dispositivo. Este tiempo lejos del celular es especialmente beneficioso para quienes sienten que dependen en exceso de la tecnología para sentirse bien.

Impacto en las relaciones interpersonales

Mantener el celular en silencio también influye en la calidad de nuestras relaciones. Según un estudio del Centro de Investigaciones Psicológicas de la Universidad de Stanford, quienes silencian su teléfono en presencia de otros tienden a estar más presentes y comprometidos en sus interacciones cara a cara.

Sin embargo, este hábito puede tener sus desventajas. La «paradoja del silencio» se refiere a la frustración o malentendidos que pueden surgir cuando los demás perciben que no estamos respondiendo sus mensajes a tiempo. Aunque silenciamos el teléfono para encontrar paz, esto puede generar tensiones en nuestras relaciones.

En resumen

Silenciar el celular es más que un simple ajuste en el dispositivo; refleja una estrategia para gestionar el estrés y la presión de la hiperconectividad. Aunque puede traer alivio y fomentar relaciones más profundas en el cara a cara, también puede provocar miedos relacionados con el FOMO o malentendidos en la comunicación con los demás. Todo depende de cómo cada persona maneje el equilibrio entre la desconexión y la necesidad de estar disponible.