Un país con barreras naturales, pero en desventaja ante el cambio climático
Chile ha logrado mantener un bajo riesgo de brotes de dengue gracias a sus características geográficas y climáticas. La ubicación del país en el extremo sur del continente ha servido como una barrera natural contra la proliferación del mosquito Aedes aegypti, responsable de transmitir el dengue. Hasta ahora, todos los casos de la enfermedad registrados en Chile han sido importados por personas que se contagiaron en el extranjero.
Aumento de casos en 2024: Un posible riesgo en crecimiento
Según cifras recientes, en lo que va de 2024, se han reportado más de 170 casos de dengue en Chile, 135 de ellos en la zona continental y el resto en la Isla de Pascua. Aunque estos números son relativamente bajos, el cambio climático y el incremento de los viajes internacionales podrían incrementar el riesgo de que el mosquito se establezca en el país y desate un brote masivo.
Preparación y prevención: La clave está en la infraestructura y el conocimiento
A pesar de los riesgos, Chile cuenta con una sólida infraestructura sanitaria y un amplio conocimiento en control de plagas. «Estamos preparados para implementar estrategias avanzadas de control de plagas con el menor impacto posible, apoyando a las autoridades en la prevención y eliminación del mosquito transmisor», afirma Gastón Brower, especialista técnico en control de plagas.
Refuerzo de medidas preventivas en zonas vulnerables
Aunque las probabilidades de un brote masivo siguen siendo bajas, los expertos recomiendan no bajar la guardia. Es esencial fortalecer las medidas preventivas, especialmente en zonas limítrofes, donde podrían desarrollarse condiciones propicias para la reproducción del mosquito. La vigilancia y control continuos serán fundamentales para mantener al país libre de brotes significativos de dengue.