BlackRock, el gestor de activos más grande del mundo con más de 10 billones de dólares bajo su administración, ha publicado un análisis detallado sobre cómo podrían influir las elecciones de noviembre en áreas clave como impuestos, energía, comercio y regulación. Aunque los candidatos Kamala Harris y Donald Trump presentan diferencias políticas, el gigante financiero señala que el principal problema económico del país, el déficit fiscal, seguirá siendo una preocupación gane quien gane.
El déficit fiscal persistirá, gane quien gane
De acuerdo con el informe de BlackRock, ni Harris ni Trump tienen como prioridad resolver el elevado déficit fiscal de Estados Unidos, lo que significa que la inflación probablemente se mantendrá por encima de los niveles previos a la pandemia. Harris ha apoyado el plan fiscal del presidente Biden, que incluye aumentar los impuestos corporativos y aplicar impuestos a las ganancias de capital para los hogares más ricos. Mientras tanto, Trump busca extender los recortes fiscales de la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos (TCJA), que expira en 2025, y propone nuevos recortes a los impuestos corporativos.
El control del Congreso será fundamental para definir el alcance de las políticas fiscales que ambos candidatos podrían implementar, ya que sin un Congreso favorable, sus agendas económicas enfrentarán importantes obstáculos.
Energía: Diferencias y continuidades
En cuanto a la energía, ambos candidatos tienen enfoques diferentes, pero la infraestructura energética seguirá siendo una prioridad para cualquiera de las dos administraciones. Bajo Harris, se espera que continúe el apoyo a las políticas de energía limpia, mientras que Trump impulsaría un aumento en la producción de energía tradicional, como el petróleo y el gas, y podría reducir algunos de los incentivos para energías renovables establecidos en la Ley de Reducción de la Inflación. Sin embargo, BlackRock considera poco probable que esta ley sea derogada completamente.
Comercio: Tensiones con China
Otro punto clave es el comercio, especialmente las relaciones con China. Ambos candidatos, según BlackRock, endurecerían las restricciones comerciales por motivos de seguridad nacional, en particular en sectores de alta tecnología. Harris probablemente mantendría los aranceles actuales, aunque podría introducir medidas más específicas. Trump, por su parte, propone una política comercial mucho más agresiva, con aranceles del 60% a China y otros aranceles generales del 10-20%, lo que podría intensificar el proteccionismo.
Regulación: Tecnológicas, salud y banca en la mira
En el ámbito de la regulación, una victoria de Trump podría significar una reducción en la normativa bancaria y la desregulación en algunas áreas. Sin embargo, las grandes tecnológicas seguirían siendo blanco de medidas antimonopolio, con apoyo bipartidista. Si Harris gana, podría haber cambios significativos en el sector de la salud, como la ampliación de Medicare o la imposición de límites a los precios de los medicamentos.
Conclusión: Expectativas moderadas para los mercados
A pesar del interés que las elecciones generan, Larry Fink, CEO de BlackRock, sostiene que los mercados y la economía están influidos por factores más amplios que el resultado de una elección. Aunque las diferencias entre Harris y Trump se están volviendo más claras, los grandes cambios estructurales dependerán del control del Congreso y de la capacidad de implementar sus políticas económicas.
Los sectores más afectados por las próximas elecciones serán la energía, la tecnología, la atención médica y las finanzas, según BlackRock, pero el déficit fiscal seguirá siendo un desafío importante para la economía de EE. UU., independientemente de quién gane en noviembre.