TikTok enfrenta nuevas demandas en EE. UU. por su impacto en los jóvenes
Catorce estados de Estados Unidos han iniciado demandas contra la popular red social TikTok, alegando que la plataforma está afectando gravemente la salud mental de los menores y recopilando datos sin el consentimiento adecuado. La iniciativa, lider
Catorce estados de Estados Unidos han iniciado demandas contra la popular red social TikTok, alegando que la plataforma está afectando gravemente la salud mental de los menores y recopilando datos sin el consentimiento adecuado. La iniciativa, liderada por los fiscales generales de Nueva York y California, acusa a la aplicación de ByteDance de no ser segura para los menores, a pesar de promocionarse como tal.
Características que promueven la adicción en los jóvenes
Uno de los puntos clave de las demandas es el supuesto carácter adictivo de TikTok. Los documentos legales señalan que la plataforma utiliza notificaciones constantes y reproducción automática de videos para mantener a los usuarios, especialmente a los más jóvenes, enganchados. Estos mecanismos, comunes en muchas apps, se consideran particularmente perjudiciales para niños y adolescentes, quienes no tienen la madurez emocional para gestionar este tipo de estímulos.
Además, se destaca la proliferación de los llamados «desafíos de TikTok», donde los usuarios imitan acciones de otros sin medir las posibles consecuencias. Algunos de estos retos, como ingerir grandes cantidades de Benadryl o manipular tomas eléctricas, han causado accidentes serios. Las demandas argumentan que TikTok no modera adecuadamente estos contenidos peligrosos, poniendo en riesgo la seguridad de los menores.
Impacto en la salud mental y modelo de negocio
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, expresó su preocupación por cómo plataformas como TikTok están contribuyendo a una crisis de salud mental entre los jóvenes. Según los demandantes, el algoritmo de TikTok prioriza contenidos que capturan la atención de los adolescentes, lo que prolonga su tiempo en la plataforma y refuerza conductas adictivas. Esto, afirman, responde a un modelo de negocio que busca aumentar los ingresos publicitarios a costa de la salud de los usuarios.
Por otro lado, las demandas también acusan a TikTok de recopilar información personal de menores sin cumplir con las leyes de privacidad infantil. Estas acusaciones no son nuevas, ya que en agosto pasado el Departamento de Justicia de EE. UU. presentó una demanda similar, y el estado de Texas también ha llevado a la empresa a los tribunales por violar la privacidad de los niños.
Acusaciones de explotación sexual de menores
Un aspecto especialmente delicado de las demandas es la acusación de que funciones como TikTok Live y el uso de moneda virtual facilitan la explotación sexual de menores. Aunque la función de transmisión en vivo está teóricamente restringida a mayores de edad, la verificación de edad es deficiente, permitiendo que menores accedan y participen.
En estos entornos, los usuarios pueden recibir «regalos» virtuales, lo que, según los demandantes, genera un espacio propenso a la explotación sexual. Las autoridades sostienen que TikTok es consciente de estos riesgos, pero prioriza sus ingresos en lugar de actuar para proteger a los menores.
La respuesta de TikTok
TikTok ha rechazado las acusaciones a través de un comunicado, afirmando que las demandas contienen información incorrecta. La empresa asegura que trabaja activamente para proteger a los adolescentes y ha implementado medidas como límites de tiempo de pantalla, herramientas de control parental y configuraciones de privacidad específicas para menores de 16 años.
La compañía también expresó su frustración por las acciones legales, señalando que durante más de dos años ha tratado de colaborar con los fiscales generales para mejorar la seguridad en línea. TikTok lamenta que, en lugar de buscar soluciones conjuntas, se haya optado por una vía judicial que afecta a toda la industria de las redes sociales.
Este conflicto entre las autoridades de EE. UU. y TikTok marca un nuevo capítulo en el debate sobre el impacto de las redes sociales en los jóvenes, la protección de su privacidad y los límites de la responsabilidad empresarial en el entorno digital.