Cordillera del Viento: Un Tesoro Oculto en la Patagonia

A 500 kilómetros al norte de Neuquén capital, en Varvarco, se encuentra un rincón de la Patagonia que guarda secretos y tesoros naturales únicos. Aquí, la vida sigue su curso, marcada por la trashumancia, una práctica ancestral que aún perdura en algunos lugares del mundo. En verano, los crianceros guían a sus rebaños de chivos hacia las faldas de la cordillera en busca de pasturas, y en invierno, descienden hacia los valles.

Tradición y Naturaleza

La trashumancia es una forma de vida arraigada en la región de Varvarco, donde la mayoría de la población se dedica a la cría de ganado, principalmente ovejas y chivos. Este estilo de vida se mantiene en pocos lugares del mundo, como el sur de España y el norte de África. Los arreos de ganado tienen rutas y temporadas específicas, creando un vínculo profundo entre la comunidad y la naturaleza.

Descubre la Cordillera del Viento

Varvarco, ubicado a 117 kilómetros de Chos Malal, es la puerta de entrada para explorar el volcán Domuyo, la montaña más alta de la Patagonia. Los excursionistas y amantes de la naturaleza visitan esta región para disfrutar de trekkings, ascensos y la oportunidad de contemplar paisajes espectaculares. Además, la zona cuenta con aguas termales y géiseres debido a la actividad volcánica, así como el Parque Arqueológico Colomichicó, uno de los más importantes de Sudamérica.

Los Bolillos: Un Paisaje de Otro Planeta

Los Bolillos, una formación rocosa erosionada por el viento, es otro de los atractivos naturales de la región que cautiva a los turistas. Estas formaciones parecen picos, agujas o monjes esculpidos por la erosión, y su aspecto es realmente sorprendente. Según los lugareños, una de las cuevas en Los Bolillos alberga un cementerio que se relaciona con eventos históricos, como la peste y la fiebre de 1930.

Un Tesoro por Descubrir

El norte de Neuquén ofrece paisajes vírgenes y poco explotados que contrastan con la calidez de su gente. La cultura local es un elemento distintivo de esta región, y la combinación de paisajes naturales, tradiciones arraigadas y la hospitalidad de sus habitantes crea una experiencia única para los visitantes.

Damián Hernández, guía turístico y creador de Rumbo Norte, es un ejemplo de la pasión que despiertan estos paisajes. Después de trabajar en diferentes lugares, decidió regresar a su pueblo natal, Varvarco, para compartir su amor por la montaña y la naturaleza con los visitantes.

La Hospitalidad del Norte

El norte de Neuquén está experimentando un impulso turístico gracias a proyectos como el de Nequéntur, que ha construido hosterías en Varvarco, Los Miches, Las Ovejas y Huinganco. Estos emprendimientos buscan fomentar el turismo en la zona y dar a conocer sus tesoros naturales y culturales.

Las hosterías emplean a personas locales y fomentan el intercambio cultural, enriqueciendo la experiencia de los visitantes. El uso de materiales locales, como ladrillos de pinos de la zona, en la construcción de las hosterías también contribuye a la sostenibilidad y al desarrollo de la comunidad.

De Campo a Hotelería

En Los Miches, ubicado a los pies de la Cordillera del Viento, reside la comunidad mapuche de Antiñir Pilquiñan, la única de su tipo en el norte de Neuquén. Muchos jóvenes locales están optando por trabajar en la hotelería en lugar de seguir la tradición rural, marcando un cambio en la dinámica económica de la región.

Sabores y Tradiciones

La región también es conocida por su gastronomía autóctona, que incluye ingredientes como mote, ñaco y poleo. Nahuel Sepúlveda, un chef local, se ha dedicado a enseñar y preservar la cocina tradicional del norte de Neuquén. Junto con sus alumnos, ha creado un diccionario gastronómico que comparte con los visitantes, promoviendo así los sabores únicos de la región.

El norte de Neuquén es un tesoro oculto en la Patagonia, donde la naturaleza y la cultura se entrelazan para ofrecer una experiencia auténtica y memorable.