Por: Santiago Jacquat18/07/2024

Un Tesoro Olvidado: El Vino Asoleado de Cauquenes

El vino Asoleado de Cauquenes, descrito por el propio Bernardo O’Higgins como un “verdadero néctar”, ha sido una joya en la tradición vinícola chilena desde tiempos coloniales. Este vino dulce y generoso, cuya producción se concentra en la zona de s

El vino Asoleado de Cauquenes, descrito por el propio Bernardo O’Higgins como un “verdadero néctar”, ha sido una joya en la tradición vinícola chilena desde tiempos coloniales. Este vino dulce y generoso, cuya producción se concentra en la zona de secano interior entre el río Mataquito y el Biobío, debe su nombre al proceso de asoleo de las uvas, que son parcialmente deshidratadas al sol antes de ser vinificadas.

Denominación de Origen y Declive

En 1938, junto al Pajarete, el Asoleado fue uno de los primeros vinos en obtener la Denominación de Origen en Chile. Sin embargo, su producción actual está en manos de unos pocos viñateros de la región, con viñedos que promedian más de 60 años de antigüedad, según estudios del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).

El Proceso de Elaboración

La elaboración del Asoleado es un arte que comienza con la recolección de las uvas, las cuales son extendidas sobre carpas en el suelo o dejadas en las parras durante dos a tres semanas al sol. Este proceso incrementa la concentración de azúcar y reduce el volumen de las uvas, resultando en un vino dulce y denso que fue muy apreciado por las elites chilenas del siglo XIX.

La Decadencia y Resiliencia

Después de la Guerra del Pacífico, la popularidad del Asoleado disminuyó debido a la importación de vinos europeos como el champagne y el jerez. Además, la falta de regulaciones permitió que vinos de calidad inferior se comercializaran bajo el mismo nombre, afectando su reputación. Hoy en día, los productores del Asoleado son principalmente pequeños agricultores con recursos limitados, pero continúan preservando las técnicas tradicionales.

Un Futuro Incertidumbre

Un estudio reciente de Marisol Reyes, investigadora del INIA, reveló que más de la mitad de los productores de Asoleado tienen más de 60 años y muchos no cuentan con sucesores para continuar la tradición. A pesar de las dificultades, estos productores ven en el Asoleado una oportunidad para valorizar sus viñedos y mantener viva una parte esencial del patrimonio vitivinícola chileno.

El vino Asoleado de Cauquenes es un legado cultural y agrícola que lucha por sobrevivir en tiempos modernos. Con el apoyo adecuado, podría recuperar su antiguo prestigio y continuar deleitando paladares con su sabor único y su rica historia.