Por: Santiago Jacquat25/07/2024

San Mayol: Un Tesoro Oculto en el Sur de Buenos Aires

San Mayol es un lugar donde las apariencias engañan. Aunque muchos visitantes creen que es un pueblo abandonado, descubren que es una comunidad vibrante con una arquitectura centenaria y única de estilo catalán. Gracias al esfuerzo de sus residentes

San Mayol es un lugar donde las apariencias engañan. Aunque muchos visitantes creen que es un pueblo abandonado, descubren que es una comunidad vibrante con una arquitectura centenaria y única de estilo catalán. Gracias al esfuerzo de sus residentes, San Mayol ha logrado destacarse entre las propuestas turísticas del municipio de Tres Arroyos, ubicado a 526 kilómetros de Buenos Aires.

Un Recorrido por la Arquitectura de San Mayol

El pueblo, que abarca apenas unas pocas manzanas, ofrece una experiencia única. Las construcciones se encuentran a lo largo de las vías de un ferrocarril que ya no opera. Los visitantes pueden explorar la Esquina Catalana con sus comercios, las casas inversas, el ex hotel Mayol y varios museos. También pueden visitar la iglesia, que se encuentra en las afueras del pueblo.

Fundado por Pioneros Catalanes

San Mayol fue fundado en 1907 con la creación de una estación ferroviaria para el transporte de cargas y pasajeros. El estanciero catalán Felipe Mayol compró las tierras en 1865 y, junto a su esposa argentina María Luisa Cramer, estableció una colonia agrícola. Sus hijos, Jorge y Arsinda, jugaron un papel clave en la urbanización del pueblo, imprimiéndole un estilo europeo distintivo.

El Legado de Jorge Mayol

Jorge Mayol, ingeniero civil formado en Francia, fue responsable de la construcción del imponente hotel Mayol, que albergaba a los trabajadores rurales durante la cosecha. Este hotel sigue siendo un lugar central para las festividades de los residentes.

Las Casas Inversas

Otra de las creaciones de Jorge Mayol son las casas inversas, un conjunto de tres viviendas de dos plantas con un gran patio compartido. Estas casas recibieron su nombre debido a que sus propietarios cedieron parte del patio para abrir una calle, convirtiendo los contrafrentes en fachadas. Cada una de estas fachadas refleja características de distintas regiones de Cataluña.

Impulso al Turismo Rural

En 2012, Carolina Goicoechea, su esposo Javier Campo y su colega Ezequiel Lanza, todos especializados en Turismo, iniciaron un plan de desarrollo turístico para San Mayol. Ofrecieron diversos servicios a los visitantes, incluyendo restaurantes y el alojamiento El Roble. También crearon un centro de recepción turística llamado Espardenya, que significa alpargatas en catalán, simbolizando el andar recorriendo el pueblo.

La Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús

Una pieza central de San Mayol es la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, construida con el apoyo económico de María Luisa y bajo la dirección de Jorge. Declarada monumento histórico, la iglesia se destaca por sus tejas españolas y su altar con un Cristo tallado en madera traído de París. Cada 11 de mayo, la comunidad celebra la fiesta patronal en honor a Saint Mayeule.

Productos Locales y Artesanías

San Mayol es un pueblo eminentemente rural, donde los emprendedores cultivan huertas, viveros y elaboran productos como dulces, licores, tortas y alfajores. Los visitantes pueden disfrutar de estos productos en la feria abierta que se realiza los domingos y feriados.

Un Lugar para Conocer y Disfrutar

San Mayol no tiene transporte público y sus calles de tierra no tienen nombres. Sin embargo, sus residentes abren orgullosamente las puertas de sus hogares a los visitantes. El pueblo cuenta con un jardín de infantes, una escuela primaria, una biblioteca y un club social y deportivo, ofreciendo un entorno tranquilo y acogedor para quienes buscan una vida más pausada.